lunes, 13 de junio de 2016

Ese hombre no me quería.

¿Qué esperas que haga? - Me dije a mi misma en el momento que note al estomago encogerse y mi pulso comenzó a temblar. - ¿Qué? ¡Dime! - Le grite en silencio a mi corazón.

¿Acaso puedo yo hacer algo al respecto? - Pensé, mientras que le veía con su semblante serio, cabizbajo y pensativo. Si el decidía llevar aquella vida, monótona, triste y y sin sueños, no era culpa mía. Yo no era alguien que simplemente sirve para que uno no se sienta solo hasta el fin de los días. Yo era una mujer a la cual se debía amar, cuidar y respetar, una mujer con la cual caminar de la mano el resto de la vida, alguien con quien soñar, disfrutar y crear hermosos recuerdos, no un montón de días llenos de dudas y miedos, iguales e identicos. Yo buscaba eso, un hombre completo, un hombre que pudiera amar. Pero que absurda locura, pensareis; si, yo en ocasiones tambien lo pienso. Pues no es acaso el amor, una vil mentira, que nos ofrece felicidad para acabar como un ser vengativo, como si viniera a redimirnos de nuestros pecados en vidas pasadas. Si, quizá, quizá sea eso, y en una vida anterior fui realmente una persona mezquina y traicionera, que ahora debe pagar por cada uno de sus pecados.


Y en ese preciso momento lo entendí - ¡Ese hombre no me quería!

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